sábado, 20 de enero de 2018

Makandé

Si la palabra se marchó, quedó alegoría. Triste renacer de cuento. beber de la fuente crisol; romper en gozo. Efímera tempestad, amalgama de retales. Relente. Calentón. Deshinibidos párpados. Restos de; detuvímonos pues. Lloro rojo. Casi como caigo. Casi comprobando el cristal roto de las noches más bohemias. Como una chasca, prendida entre escombros. O como el alma. Bella y sola. Brillaba la luna y tú detrás; pensaba ella. Cuando llevabas varios cuerpos de ventaja. Brillaba ella, reía yo, celebrábamos ambos, caíamos los dos. Palidecer el ego, eco de aqueste efímero encuentro. Locos solitarios, loto aguado, rosas flores en prados. Danzaron pétalos al son de sueños olvidados. Nimiedad de excesos, verbo añil. Parecíamos coyotes auyando al destino y, si no, sino determinado. Vivimos juntos, morimos solos o mal acompañados. Realidad superó ficción; dicción de Rey, función terminó. Imagínate el resto si puedes. Más, menos. Defensa contra ataque. Juego, partido y set. Y sed, de vernos. De que pongas orden a todo esto. 

2 comentarios: